La automatización e integración de procesos en la granja facilitan la actividad alternativa de la familia del Paraná.
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El trayecto de una hora entre Assis Chateaubriand, donde viven, e Iporã, el lugar donde está la Granja Calgaro, es realizado con alegría por Gabriely, de 17 años, y Gustavo, de 11, hijos del matrimonio Roseliane Calgaro Hoffmann y Júlio Elias Hoffmann, clientes de Agromarau del estado de Paraná. En la granja, la familia gestiona cuatro instalaciones completas de pollos de engorde totalmente equipadas con la marca e integradas por Edge.
“Estamos felices de ver que existe la posibilidad de que los niños continúen con el negocio familiar”, comenta Júlio al revelar que 'los niños' prefieren estar en la finca antes que en la ciudad. Gabriely ya asiste a la facultad de agronomía, luego de haber hecho un curso técnico de agropecuaria. Parece que todo los conduce hacia el campo.
Con integración de C.Vale desde la instalación de los criaderos, hace dos años, cuentan con la plataforma Edge, que es controlada por técnicos de la integradora.
“Con Edge puedo saber qué se está programando según los parámetros de C. Vale y todo queda registrado. Es 100% seguro y lo sigo a distancia”, comenta.
El equipamiento está en primer plano, según comenta A4 Representaciones, que atiende a clientes de las marcas AP, Cumberland y Agromarau en la región además de brindar soporte completo a la Granja Calgaro.
El crecimiento de la automatización en los criaderos de pollos de engorde es un ejemplo de cuán importante ha sido esta tecnología para obtener mejores estándares sanitarios e índices zootécnicos. El pollo de engorde es el segmento que mayor volumen de inversiones recibe en el sector de la avicultura. Los Hoffmann no habían pensado en tener un criadero de aves. Cuando un vecino construyó dos nuevos criaderos de aves con equipos de Agromarau se interesaron en el tema como una fuente alternativa del negocio principal de la familia que es el cultivo de soja y maíz. “Y también combinamos lo útil a lo agradable, aprovechamos la cama de pollo para producir abono orgánico que usamos en el campo”.
Visitando fincas, conoció equipos de otras marcas, pero finalmente optó por Agromarau, considerando la calidad, la constante actualización de su tecnología y el sistema Edge, que le permite mantener el control incluso cuando no está en la finca. “Fue una buena inversión.” La perspectiva es ampliar las instalaciones a partir del cuarto o quinto año.
Y los resultados están superando las expectativas de la familia. Tanto es así que una cuñada de Júlio también decidió invertir en criaderos de aves: otros cuatro, todos con la marca Agromarau, que comenzaron a funcionar este año.